El impacto del big data en el mundo financiero y la bancaPor Kenneth Daniels, Gerente General de Widefense.
En Chile, solo el 5% de los datos almacenados está siendo usado en beneficio del negocio. El desafío es hacer crecer ese porcentaje y también estar preparados para resguardar de forma diferente esa información.
El big data sigue en aumento, avanzando a un paso galopante hacia el futuro. Por un lado, se están generando más datos de parte de los usuarios o clientes de las instituciones financieras y bancarias. Las transacciones que están realizando estos han dado origen a una mayor cantidad de data. Por otra parte, la interacción con el mundo móvil (vía smartphones y tablets) ha empujado a la banca e instituciones financieras a volcarse hacia ese ámbito, lo que ha permitido, por ejemplo, que hoy se puedan hacer pagos en línea, consultar saldos, realizar transferencias y que exista una flexibilidad de las transacciones cada vez mayor, sin importar el lugar.
El tema central es que el mismo cliente de este sector está generando más información, pues tiene más movilidad y puede usar más de un sistema de autenticación. A esto hay que sumar el hecho que cada usuario maneja más productos (cuenta corriente, cuenta de ahorro, tarjeta de débito, tarjeta de crédito, etc). Entonces cada elemento que se incorpora genera más datos. La dificultad real está en que las organizaciones tienen poco manejo de esa nueva data. Esto significa que todavía no hemos logrado, como industria en general, capitalizar todo lo que esa nueva información representa como oportunidad.
Hay tendencias sobre consumo que podrían ser aprovechadas desde estos datos, por ejemplo, respecto a dónde hay más actividades desde los dispositivos móviles (geoposicionamiento). Sin embargo, la banca móvil no los está usando. Esto por dos razones. Primero, porque no estamos acostumbrados a estos grandes volúmenes de datos. Y segundo, porque no se trata solamente de más usuarios o dispositivos sino que también aumenta la frecuencia, dado que ahora las transacciones pueden realizarse desde un smartphone o tablet.
Un crecimiento que no para
IDC menciona que, para 2020, el crecimiento de los datos que hoy están manejando las organizaciones se elevará de manera importante. Es decir, si hoy están creciendo a un 20% anual, para esa fecha el aumento no solo será mayor sino que, además, llevará acumulado el incremento que traían esos datos.
Frente a esto, el almacenamiento está cambiando, pues ahora los discos ocupan menos espacio, son más rápidos y ofrecen mayor accesibilidad. Por ende, el tema del almacenamiento no es el problema. El problema se centra en el manejo de los datos ¿Qué hacemos con esos datos almacenados? En este contexto, falta la inteligencia de negocios, es decir, sistemas que sean capaces de tomar esa data, de correlacionarla y entregar un nivel de información útil.
Si bien en el mercado existen tales herramientas, la mayoría de ellas están asociadas al concepto de data warehouse y, de alguna manera, están quedando obsoletas, pues fueron diseñadas para volúmenes de datos que existían hace unos 10 años.
Otro factor que influye en el rápido aumento de la data es la creciente tendencia de la “Internet de la Cosas” o “Machine to Machine” (M2M). Esto se traduce en la existencia de sistemas cada vez más autónomos que, constantemente, están produciendo datos, tales como un cajero de auto consulta, cajero automático o sensor de movimiento. Y en la medida que se automaticen más estos sistemas, la cantidad de datos crecerá.
La realidad de Chile
Cuando vamos al escenario de la seguridad el panorama es similar. Por ejemplo, un banco podría saber cuáles son los cajeros que más se usan de noche, en qué comuna y qué día de la semana. No necesariamente por la transacción que cada cliente realice en ellos sino por la cantidad de accesos a ese cajero. Entonces, si colocamos un sensor de ingreso que cuenta cuántas personas entraron y cuántas salieron, podemos saber cuándo en el cajero hubo más de un sujeto al mismo tiempo, en qué días se da esto, en qué horarios, etc. En tal caso, dichos sistemas podrían incluir una alarma que, en caso que haya más de una persona dentro del cajero, avise mediante audio que las transacciones solo se pueden realizar si hay solamente una persona, por ejemplo.
¿Cuál es la realidad en Chile? En la industria en general, solo el 5% de los datos almacenados está siendo usado en beneficio del negocio. Respecto a los bancos, lo más probable es que el indicador sea diferente. Y en términos de seguridad es lo mismo. Del volumen de datos que está almacenado, solo el 5% se usa para efectos de seguridad. Esto se debe a que hay limitaciones en cuanto al entendimiento de estos. La cantidad es tan enorme que, cuando se reacciona, se hace en función de data de hace días o semanas.
Aquí cobran sentido dos elementos. Ese 5% de datos que está generando información debe ser cuidado de manera distinta a como se ha venido haciendo tradicionalmente. Cuando se logre clasificar ese 5% de información del negocio, lo que se debe hacer es asegurar la continuidad de esos datos, mediante sistemas de respaldo, recuperación, etc.
El segundo punto establece que, en la medida en que se integren sistemas capaces de correlacionar y generar inteligencia a partir de la data almacenada, se debe ser capaz de aumentar ese 5% a volúmenes mayores.
En resumen, son muchos los desafíos que plantea el big data para los sectores financiero y bancario. Lo importante es ver este escenario como una verdadera oportunidad para hacer crecer el negocio y mejorar en el tiempo.