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Tecnología, comunicación y recursos humanos

La creciente complejidad de las organizaciones demanda de las distintas ciencias una adaptabilidad y comprensión dirigidas a mejorar el rendimiento del negocio. Uno de los aspectos más problemáticos es el acercamiento y la generación de sinergia entre la comunicación interna, la tecnología y la gestión de los recursos humanos.

Publicado el 31 Oct 2008

Tecnología, comunicación y recursos humanos

La creciente complejidad de las organizaciones demanda de las distintas ciencias una adaptabilidad y comprensión dirigidas a mejorar el rendimiento del negocio. Uno de los aspectos más problemáticos es el acercamiento y la generación de sinergia entre la comunicación interna, la tecnología y la gestión de los recursos humanos.

El diseño de una construcción en la cual la tecnología se ponga al servicio de la comunicación y de la gestión de los recursos humanos, implica de por sí comprender los procesos de sensibilización, diferenciación y necesidades de cada organización.

Hablar de comunicación interna y recursos humanos es en la actualidad una distinción sólo retórica. El rol que la tecnología juega en esta tríada es el de potenciar la gestión de ambas.

Las distintas teorías que desde el Taylorismo hasta la actualidad abordaron la organización reflexionando sobre el uso de la técnica primero y luego de la tecnología, han dado un énfasis creciente en la comunicación y los recursos humanos, hasta llegar a la concepción actual del rol estratégico de estos últimos (el diferencial de las organizaciones) y su asociación con la comunicación interna. Las ciencias ligadas a las organizaciones y la comunicación nacen de situaciones concretas, de la vida diaria, es por esto que la práctica antecede a las teorías que pueden desprenderse de ellas. Esto se traduce en que el desfase que ocurre se transforme en un obstáculo para su aplicación como ciencia. Y a esto ha de sumarse que las organizaciones y la comunicación son tratadas por profesionales diferentes, convirtiéndose en un traspié, quizás el más caro.

Un ejemplo concreto

Recuerdo un caso que me contaba en una ocasión un cliente de una empresa de servicios. Había instalado terminales en todos los escritorios, a todos los integrantes de la organización, en todos los niveles. Una inversión en hardware muy significativa con un software diseñado para que se comunicaran entre sí (esto era previo al actual MSN) y distintos niveles de acceso a información donde estaban los indicadores de gestión de la empresa. El área de recursos humanos colaboró diseñando estándares de información, y la de comunicación interna pensando canales. “Instalamos todo en forma de sorpresa, y un día llegaron y encontraron todo puesto”, el resultado fue la desmotivación de los integrantes con mayor antigüedad, hasta el punto de “que uno tuvo una crisis de nervios”, relató el cliente. Ante esta situación conversó con ellos y encontró que pensaban que iban a ser despedidos, dado que en sus escritorios había computadores y ellos no sabían manejarlos.

Este sencillo ejemplo grafica el énfasis que se invierte en las técnicas, ciencias y sus aplicaciones, sin contemplar cómo éstas pueden ser interpretadas y aceptadas por la organización.

La complejidad de las relaciones interpersonales, los sistemas de motivación, la historia de la organización y su cultura, son algunos de los elementos que en conjunto deben abordarse para aunar esfuerzos entre la comunicación, la tecnología y los recursos humanos.

La nueva gestión de recursos humanos reconoce que estos tres elementos son parte de los capitales centrales de la empresa.

La tecnología al servicio de…

El capital humano, amén de ser un cliché, debe ser una nueva dimensión de la organización. Una dimensión antropocéntrica de la misma, en la cual el hombre es el centro y los recursos, técnicas y ciencias deben estar a su disposición para mejorar el rendimiento colectivo.

Los procesos de diseño de software y hardware, como componentes de la estrategia de gestión de la comunicación/capital humano, son los elementos más nuevos. Existen hace más de diez años, pero los procesos de internalización de uso, de aprendizaje y real explotación, implican en las culturas organizacionales tiempos más prolongados. Si a ello le sumamos la constante evolución e innovación, nos encontramos ante un elemento incomprensible sin una concepción estratégica sustentada por un análisis de los aspectos concretos de cada colectivo humano y su entorno.

La turbulencia que caracteriza los tiempos actuales ubica a las organizaciones ante la necesidad de diseñar sistemas capaces de producir y administrar conocimiento, circular información y agilizar la comunicación y explotación del capital intelectual. La Sociedad de la Información nos brinda la libertad de creación en conjunto. Es preciso abordar un nuevo razonamiento de construcción de sistemas de gestión de la tríada, en convergencia. Es menester que la comunicación adquiera dimensiones más humanas y éticas por sobre forma, canales y soportes.

La comunicación es el proceso de la organización, sin comunicación no existe proceso de constitución; sin un cambio en la comunicación no existirá constitución de un nuevo estilo real de organización. Los caminos existen, está en nosotros asumirlos: así lo enseña la historia.

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Redacción

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